21.08.2018
Mateo 13.23 “Más
el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y
entiende la palabra,
y da fruto…. “El que tiene oído, oiga… (Apoc. 2.29).
No puede existir relación sin comunicación. Dios ha decidido
hablarnos, pero depende de nosotros si queremos escucharle, y, por demás,
hacerle caso. Muchos NO tenemos el receptor bien sintonizado…
Quizás te estás
preguntando: ¿Cómo escucho la voz de Dios? He aquí algunas condiciones para
escucharla:
1. Necesitas hacer tiempo para escucharle: Necesitas
ca-llar-te. Jesús dice que hay quienes “escuchan con gozo”, pero luego olvidan lo
que Dios les dijo. Necesitas hacer tiempo para escuchar y entender.
2. Tienes que cultivar una mente dispuesta: No se vale mente
cerrada. Algunos oyen, pero luego dejan que “el enemigo” los “envuelva”. Orgullo,
temor y amargura cierran tu mente a la voz de Dios… Tienes que librarte de esos
elementos para escuchar bien.
3. Debes eliminar distracciones: No sé si te ha
sucedido que justo cuando vas a leer la Biblia o a orar, llegan las mejores
ideas de proyectos, o cosas que tenías que hacer. Ay las distracciones, se
visten de todos los colores!
4. Necesitas estar dispuesto a hacer lo
que Dios te dice:
Si no estás dispuesto a escuchar y a ejecutar: ¿crees que Dios te va a hablar? Solo
los que escuchan, entienden y aplican, llevarán frutos.
¿Qué Dios te ha dicho últimamente? ¿Qué le contestarías? ¿Te está hablando Dios ahora?... Lo cierto es que Dios quiere
hablarte, pero debes cultivar tus oídos.
¿Quieres una vida con buenos resultados? Escucha la voz de
Dios. Mientras más lo intentes, mejor te irá!
Dile hoy al Señor:
Limpia mis oídos, para poder escucharte, y que me bendigas!
¡Feliz martes!
Wilda M.V.
(Referencia: VTRH Ministries)
No hay comentarios:
Publicar un comentario