19.08.2018
Éxodo 13.20-22 “Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada
del desierto. Y Jehová
iba delante de ellos de día en una columna de nube
para guiarlos por el camino, y de noche en
una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de
noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de
noche la columna de fuego”.
En incertidumbre
puedes verte tentado a hacer lo que otros hacen, pero eso no te garantiza el
respaldo de Dios. Lo correcto es ir a Su presencia y pedir Su dirección, y Él,
misericordioso y fiel, te responderá.
Dios guiaba a su pueblo noche y día. Al “guiarlos” los pastoreaba. Y al ponerle una columna de fuego, los iluminaba. Uno de los símbolos del Espíritu Santo es fuego. Y Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo” (Jn.8.12). Dios desea guiarnos para que no tropecemos, ni seamos presa del maligno. Es fundamental seguir a Cristo, y dejar el mundo atrás!
Así como el
Señor se expresaba como nube o fuego, según fuera el tiempo, es necesario depender
de él y desarrollar un corazón sensible a su dirección. Dios quiere que su pueblo avance y persevere!
Siendo
Dios la luz, cobertura y protección, el pueblo podía avanzar sin detenerse. Aunque tengas dificultades,
y obstáculos, nunca renuncies a Jesús, ni vuelvas atrás. Él te protegerá,
guiará, iluminará y dará nuevas fuerzas! Si hay algo
verdaderamente importante, es seguir a Cristo.
Sólo síguelo…te
irá muy bien. Procura
su dirección y consejo, permite que Su palabra te ilumine, y todo te saldrá
bien!
¡Dios sea tu guía, protección,
luz… Y te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Mensajes y Sermones para Predicar)
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