Salmos 127:1-2 "Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados".
La expresión: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles” se refiera a basar nuestra vida en la honra y comunión con Dios; o todo estará expuesta a situaciones de desmoronamiento y rotura.
Jesús, en la parábola del prudente y el insensato, (Mateo 7:23-25) dijo que el que oye sus palabras y las pone en práctica es prudente, y construye su casa sobre roca. Caería lluvia, crecerían ríos, soplarían vientos... pero su casa no se derrumbaría, porque estaría cimentada sobre roca.
Solamente el Señor hará de tu casa y familia un lugar de gozo duradero y seguro, pero cuando no pones a Dios como base, estás como en arenas movedizas.
Mentes depravadas, llenas de inmoralidad, falta de temor de Dios, ausencia de fe y de oración, hace que muchos se derrumben y todo sea angustia y sufrimiento.
Cuando Jesús es el centro de tu casa, no hay amor que se apague; vendrán conflictos o situaciones difíciles, pero la palabra de Dios será un refugio seguro... obedecerla y tener fe, vence todos los obstáculos del mundo.
Lo que necesita esta sociedad es conocer al único y verdadero Dios, al único que trae luz y amor a las vidas, y que rompe cadenas de odio, inmoralidad, desamor, división y angustia.
El Señor quiere edificar tu casa, tu familia, tu trabajo, tu noviazgo, tu salud, tus finanzas, tu matrimonio y todo tu futuro. Entrega todo en sus manos hoy, y no sigas confiando en tus habilidades humanas, porque la verdadera bendición procede de Dios.
Hoy hay mucho robo, depravación, y violencia; estamos expuestos a todo tipo de situaciones conflictivas, y aunque tomemos precauciones, el Señor es el único que puede guarda nuestra vida y pertenencias.
Por más que te esfuerces, necesitas la bendición de Dios y su favor para vivir pleno y feliz.
Quiénes quitan al Señor de sus vidas, tienen pérdidas, quiebras, relaciones fallidas, desilusiones. Aunque por un tiempo prosperen, sus vidad no están sobre la roca, ni firmes en Cristo, por lo que construyen sobre la arena.
Es bueno trabajar y esforzarse, pero es diferente cuando se hace con la bendición de Dios.
Feliz día, recuerda dar prioridad a las cosas del Señor, y poner a Jesucristo como tu fundamento.
Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Avanzapormas)
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