"Tu palabra sabia de hoy"

3.6.18

Lucas 2:52 "Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres".

Una vida bendecida, prosperada y en victoria es una vida en orden y en  equilibrio. Por el  contrario produce frustración, fatiga y derrota.

Jesús era ejemplo de vida equilibrada desde joven, y en 4 áreas específicas. Si las revisamos y ponemos en práctica, seremos exitosos.

1. Jesús crecía en SABIDURIA: Crecía intelectual y mentalmente. Él estudiaba Las Escrituras. Empieza a estudiarlas tú, y si ya lo haces, no lo dejes. Hazlo día tras día, tras día... La sabiduría que se obtiene de Ella, no es mágica; requiere disciplina y trabajo. Lee, memoriza  versículos... aumentaras tu sabiduría!

2. Jesús crecía en ESTATURA:  Crecía físicamente y sano.  Nuestro cuerpo requiere de cuidado. Si no duermes tu rendimiento bajará. Si no comes equilibradamente tu cuerpo sufrirá. Si no te ejercitas se atrofian tus músculos.

El equilibrio físico es tan importante como el espiritual!

3. Jesús crecía en  GRACIA PARA CON DIOS: Él se desarrollaba en su relación con el Padre. Cada vez más conocía a su Padre. Crecimiento espiritual es resultado de  conocimiento de Dios.  Muchas personas crecen en  “conocimiento” de Dios, pero no en su “relación intima” con Él.  Eso equivale a tener un cerebro enorme y un corazón chiquito para con Dios.

4. Jesús crecía en el GRACIA PARA CON LOS HOMBRES: Se desarrollaba socialmente, y la gente lo amaba. Es posible tener todo y de todo, pero no tener familia y amigos. Es bueno que definas cuáles son las amistades que NO te son buena compañía (dime con quien andas y te diré quien eres). Luego busca relacionarte con quienes enriquecen tu vida.

Para poner tu vida en equilibrio, puedes hacer dos cosas:

*Un inventario de tu vida. Revisa dónde te falta balance. Dónde estás en mal estado. Examina balance mental, emocional, físico, espiritual y social.  Sócrates decía: “Una vida que no es examinada no vale la pena vivir”.

*Ten un plan de acción. Revisa qué tienes que hacer y hazlo (no hacerlo es pecado). Prepara un plan de cambios, un como lo harás, qué pasos tomarás, y para cuándo los harás.

Deposita todo eso en manos de Dios, Él te acompañará y bendecirá!

Wilda M.V.

(Referencia: VTRH Ministries)