"Tu palabra sabia de hoy"

 5.6.18

Romanos 8:14-17 "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no han recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados".

Martín Lutero, sacerdote del siglo XVI, que inició la Reforma Protestante; al principio temía a Dios, él creía que era un juez santo pero enojado; que fue lo que el legalismo de su época le enseñó. No importaba qué tan duro tratara Martín de complacer a ese Dios santo, él fallaba, se condenaba  y experimentaba la culpa de su pecado.

Algunos tienen las mismas batallas, se enfrentan a un dios que es una especie de rey severo que se deleita en castigar. Pero ese no es Dios. Él es Padre amoroso, lleno de misericordia y paciencia.

Sin entendimiento adecuado, una vida de comunión íntima es imposible. Dios es el  tipo de Padre que se deleita en su familia. Y quiere que vengamos a su presencia porque nos ama y desea pasar tiempo con sus hijos.

El Espíritu dará testimonio a nuestro espíritu, la parte más profunda de nuestro ser, de que somos hijos de Dios y que Él es nuestro Padre.

A través de la obra del Espíritu Santo, conocemos que Dios nos ama, y que no  tenemos que tener miedo. Él no es solo el creador omnipotente y el gobernante del universo, también es el padre más amoroso que cualquiera pudiera tener.

Ama y ve confiado ante tu Padre Celestial, Él te escuchará, amará, bendecirá!

Wilda M.V.

(Referencia: WorldChallengeOrg)