jueves, 24 de mayo de 2018

”Tu palabra sabia de hoy”

24.05.18

Santiago 1.12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”.

La historia de la oruga y su sueño dice así: Una oruga tuvo un sueño... ella contemplaba todo el valle desde la cumbre de una gran montaña, y decidió emprender el viaje en busca de su sueño.

En el trayecto encontró varios animales e insectos que se burlaban de ella y su sueño. Le preguntaban: ¿A dónde vas? -Tuve un sueño anoche, soñé que contemplaba todo el valle desde la cumbre de una gran montaña. Tanto me gustó lo que vi, que he decidido perseguir mi sueño y hacerlo realidad.

Los que la escuchaban, se burlaban y le decían: Estás loca. Eres un simple gusano. Nunca lograrás tal cosa. ¡Ni en el jamás de los jamases podrás lograrlo! Pero la oruga no hacía caso a esos comentarios, y seguía arrastrando su diminuto cuerpo, bañada en sudor y jadeando... Ella avanzaba centímetro a centímetro.

Al pasar los días, la oruga, con pocas fuerzas, construyó un lugar donde pasar la noche. Se dijo: Aquí estaré mejor. Y durante la noche, ella murió.

Todos los animales e insectos fueron a ver sus restos. Se encontraron con algo parecido a una concha. Ellos decían: aquí yace la criatura más loca de la creación. Alguien que se construyó su propia tumba.

Pero una mañana de sol resplandeciente, la concha comenzó a quebrarse, a salir unos ojos y unas antenas, los cuales ellos entendían no podían ser de la oruga que “estaba muerta”. Poco a poco, salieron de su asombro, cuando vieron salir unas hermosas alas de mariposa… 

Así como Dios predestinó a las orugas a convertirse en lindas mariposas, también te predestinó a ti, y a todo ser humano, a ser transformado, mediante la renovación de la mente y espíritu, en una hermosa imagen de su Hijo Jesucristo.

Dios determinó que tu verdadero destino es glorioso, y que, para llegar, tienes que dejar de oír al mundo y seguir a Cristo, su Hijo. Desde aquí a la gloria Cristo quiere transformarte mental y espiritualmente.

Cuando persigues las promesas que ofrece Cristo, aunque parezcas estar muerto, serás bienaventurado, porque habiendo resistido toda prueba, recibirás mayor gloria que el de las mariposas. ¡Y serás coronado en la cima de la montaña celestial!

¡Feliz día, y que Dios te bendiga!

Wilda M.V.
(Referencia: Bibliatodo)

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