Daniel 4.30-34 "Habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y 7 tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere. En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves”.
Nabucodonosor, el rey de Babilonia, olvidó quién era y de dónde vino. El sufrió una amnesia muy significativa, era "amnesia espiritual". Él se había atribuido todo el mérito que el verdadero Rey le había otorgado, al cual todo le pertenece.
Dios escenificó el estado mental de rey, llevándolo al campo para que viviera con animales salvajes y pastara como vaca. Finalmente, después de 7 años, él miró a los cielos, y le volvió a la memoria quién era y quién le había dado todo. Ya de vuelta en sus cabales, dijo: Ahora yo alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo (vs.37).
¿Y tú, quién piensas que eres? ¿De dónde crees que vienes? ¿Con quién cuentas para que te ayude a recordar? El Rey de Reyes es experto en hacerlo.
Cuando te olvides de quién eres, y de dónde vienes, ojalá no llegues tan bajo como le ocurrió al rey Nabucodonosor… Ven a Cristo antes que tengas que vivir como salvaje, y pastar como vaca en el campo!
Dios, aún, está dispuesto para ayudarte y bendecirte!
Wilda M.V.
(Referencia: Nuestro pan diario)
No hay comentarios:
Publicar un comentario