9.5.18
1era Juan 4:13-16 "En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él".
¡Qué bueno es saber que Dios responde con amor a los anhelos de nuestros corazones!
Tengamos presente que Dios no nos ama por algo que hayamos hecho, o que tengamos, ni por preparación, talentos o bienes materiales. Su amor no se basa en nuestros méritos, sino en su bondad y fidelidad.
Cuando el mundo que nos rodea es indiferente o cruel, podemos descansar en el amor inalterable de Dios, ese amor que nos ofrece esperanza y paz, como nada en esta vida.
El corazón del Padre celestial se derrama en cada uno de los que le amamos, obedecemos y honramos, por medio de su Hijo y del Espíritu Santo.
¡Qué consolador es saber que Dios nos ama con un amor que no tiene fin! Y hoy es un día más que especial para decirle a Dios: Amado Señor, gracias por tu amor hacia mí, demostrado en la cruz, mediante tu Hijo Jesucristo; enséñame y ayúdame a obedecerte y a amarte, de la manera en que lo anhelas de mi.
Feliz día, y que Dios te dirija y bendiga!
Wilda M.V.
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