Juan 9:10-12 "Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé".
Esta es tremenda historia. Te invito a leerla completa en Juan 9:1-12.
Trata de un hombre ciego, que Jesús sanó haciendo barro con saliva, y untándoselo en los ojos.
La 1era. vez que Jesús le preguntó...nada parece que ocurriera, Jesús volvió a preguntar si podía ver algo; el hombre respondió: "Veo personas como árboles caminando".
Pero Jesús quería que él viera con claridad, y que fuera testigo de toda la gloria de la creación de Su Padre. Volvió a ejecutar el proceso, y el hombre pudo ver con claridad.
Dios ha hecho miles de milagros, y los sigue haciendo. Cuando le entregas tu corazón, Él te llena de un sentimiento glorioso, pero -más que todo- tu visión, que era borrosa y confusa, se hace nueva y fortalecida, hasta que pudes ver muy claramente.
Eso es lo que el toque de Jesús en tu vida hará, pero sólo si estás dispuesto a permitírselo.
Deja que Dios te toque, te libere de la ceguera, de la oscuridad total del pecado. El resultado será que verás a las personas de la manera en que Jesús las ve.
Feliz día y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: WorldChallengeOrg)
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