lunes, 9 de abril de 2018

“Orar de acuerdo con la voluntad de Dios”


Meditación 9.4.18

Colosenses 1.10-14para que anden como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”.

El apóstol Pablo deseaba con fervor que el cuerpo de Cristo —cada iglesia y creyente— madurara espiritualmente. Al saber que tal crecimiento impactaría al mundo, el apóstol pedía que los creyentes conocieran la voluntad de Dios para luego...

Vivir en santidad. Pablo oraba para que nuestras conversaciones, conducta y carácter fueran congruentes con los del Señor. Los cristianos somos los representantes de Cristo, y por eso nuestra vida debe ser una extensión de la suya, con ojos que vean con compasión a los demás, con corazones que ofrezcan perdón y amor, y con manos que estén ocupadas en servir. El carácter del creyente, aunque imperfecto, debe reflejar cada vez más la piedad del Señor.

Hacer lo bueno. A los ojos de Dios, no todo lo que hacemos es fructífero; muchas de nuestras actividades surgen del deseo de complacernos o de complacer a otros. Pero lo único que importa es lo que hagamos en obediencia a nuestro Padre celestial. El Señor habló de la importancia de dar mucho fruto, lo cual solo es posible cuando estamos conectados con Él (Juan 15.5).

Experimentar el poder de Dios. Por medio de la presencia del Espíritu Santo, tenemos todo lo que necesitamos para hacer la voluntad del Padre celestial.

Mantenernos dedicados y agradecidos. Dios responde en su tiempo perfecto.

Debemos permanecer firmes en la oración, y agradecidos por todo lo que Él ya ha hecho.

Ya sea que al orar usemos estos versículos en favor de nosotros o de otros, podemos saber que nuestras peticiones están en armonía con la voluntad del Señor. Primera de Juan 5.14, 15 nos dice que al orar de esta manera tendremos la maravillosa seguridad de que Dios responderá de manera positiva. (EnContacto.org).

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