Marcos 6:47-51 "Y al venir la noche, la barca estaba en medio del mar, y Él solo en tierra. Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento era contrario, cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. Viéndole ellos andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos le veían, y se turbaron. Pero en seguida habló con ellos, y les dijo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! Y subió a ellos en la barca, y se calmó el viento..."
Nuestros cuerpos reaccionan cuando tenemos miedo. Nudo en el estómago, palpitaciones, respiración profunda, indican que tenemos ansiedad.
Los discípulos del Señor sintieron temor la noche después de que Jesús alimentó milagrosamente a más de 5000.
Mientras ellos remaban a Betsaida, vieron a alguien caminar sobre el agua. Pensaron que era un fantasma, y se aterrorizaron. Pero Jesús les dijo que no tuvieran miedo y que fueran valientes.
Al Jesús entrar en la barca, el viento se detuvo, y los temores se fueron calmando a medida que sintieron la paz que Él les ofrecía.
Cuando la ansiedad te ahoga, corre, ve y descansa seguro en el maravilloso poder que te ofrece Cristo!
Sea que Él calme las olas, o te de fuerzas para enfrentarlas, te dará su paz que sobrepasa todo entendimiento!
A medida que Jesús te libra de temores, tu cuerpo y espíritu vuelven al reposo!
Aprende a reposar en Cristo, y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Nuestro pan diario)
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