Marcos 13:9-10 “Pero miren ustedes mismos; porque les entregarán a los concilios, y en las sinagogas les
azotarán; y delante de gobernadores y de reyes les llevarán por causa de mí,
para testimonio a ellos. Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a
todas las naciones”. Amén.
Una anécdota acerca de un ciego y su linterna dice así: Un ciego sentado en una esquina de la ciudad, tenía una linterna encendida a su lado. Un curioso le preguntó: ¿para qué llevas la linterna? El ciego contestó: para que sepan que estoy aquí, para que nadie tropiece conmigo, y para que nadie se caiga.
La Biblia es algo parecido. Ella es:
1) luz que ilumina a los que andan
en tinieblas.
2) Un canal que te da Dirección hacia Dios.
3) un instrumento
eficaz para que nadie caiga.
Al leerla, meditarla y aplicarla, rescatarás a tu alma, y serás testimonio del Evangelio para los demás.
Al leerla, meditarla y aplicarla, rescatarás a tu alma, y serás testimonio del Evangelio para los demás.
Por más sermones que compartas, si no predicas a Cristo y a Su Evangelio con tus acciones y actitudes de vida, siempre serás tropezadero para aquellos que andan errantes y en oscuridad.
Trata de que cuando mencionen tu nombre, se oiga decir: ahí si que hay testimonio fiel a Cristo, llenura del Espíritu Santo, y sabiduría; se le puede encargar cualquier trabajo.
Que tu manera santa de andar, sea esa luz que llevará a otros a Cristo.
Y que tu espíritu testifique a los demás que realmente eres hijo aprobado de
Dios.
Nunca te avergüences de mostrar testimonio de Cristo; y de sentirte orgulloso de llevar la lámpara del Evangelio, para no dejar que otros tropiezen y caigan.
Nunca te avergüences de mostrar testimonio de Cristo; y de sentirte orgulloso de llevar la lámpara del Evangelio, para no dejar que otros tropiezen y caigan.
¡Que Dios te bendiga, y te ayude a iluminar a otros con ese farol que
guía a vida eterna!
Wilda M.V.
(TPSH 23.12.22)
(TPSH 23.12.22)
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