Martes 16.01.18
Zacarías 13:8-9 “Las dos terceras partes del país serán abatidas y perecerán; sólo una tercera parte quedará con vida, afirma el Señor. Pero a esa parte restante la pasaré por el fuego; la refinaré como se refina la plata, la probaré como se prueba el oro. Entonces ellos me invocarán y yo les responderé. Yo diré: "Ellos son mi pueblo", y ellos dirán: "El Señor es nuestro Dios".
Israel se rebelaba con frecuencia en contra de Dios. Un pequeño remanente continuaba confiando en Él y le seguía. Todos los que continuaban creyendo en Él, eran refinados como plata y oro, mediante fuego de circunstancias difíciles.
¿Por qué Dios prueba su remanente? Veamos el siguiente relato: “En el mundo de los caballos hay una raza que se llama “paso fino”. Son caballos elegantes y de artístico andar. Esos caballos deben ser domados, a fin de quebrar su voluntad y lograr lo que se llama “la obediencia instantánea”.
Se genera en el caballo obediencia tal, que con solo una señal hace lo que le dicen. Es un proceso que puede durar años.
Si se intenta montar un caballo no domado, lanzará al jinete, y saldrá desbocado dando brincos incontrolables”.
Si comparamos este ejemplo con lo que Dios desea hacer con nosotros, podemos decir que Él hace lo mismo. Nos pasa por un proceso de domaje, llamado: “fuego de la prueba”.
Dios permite que la vida sea sometida a prueba, para:
1. Qué Su nombre no sea pisoteado: Isaías 48:10-11 dice: He aquí te he purificado, y no como plata; te he escogido como horno de aflicción. Por mí, por amor de mi mismo, para que no sea amancillado mi nombre.
2. Perfeccionarnos: 1 Pedro 5:10 dice: El Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayas padecido un poco de tiempo, él mismo los perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
3. Probar nuestra Fe: 1 Pedro 1:7 dice: para que sometida a prueba nuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
Si Jesucristo, completamente hombre y completamente Dios (Filipenses 2:6-8), fue pasado por el fuego de la prueba, en todo el sentido de la palabra (dinero, fama, placeres, orgullo, vanagloria, etc…), imagínense nosotros.
"Bueno me es haber sido humillado, para aprender tus estatutos" (Salmos 119:71).
Fortalécete en tus pruebas, que Dios te bendecirá!
Wilda M.V.
(Referencia: tupalabradiariablog)
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