Miércoles 20.12.17
Romanos 8:18-21 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios”.
No hay una tragedia más grande que la muerte de alguien, sin haber aceptado a Cristo, lo que conlleva al destino final más terrible que se pueda imaginar. Una eternidad sin esperanza, y llena de sufrimientos que nunca acabarán😟.
No importa lo exitosa o admirada que sea una persona, o lo que haya logrado; todo eso será pérdida, si al final de su vida, cuando llegue el momento de morir, se encuentra con la cruda verdad de no haber aceptado a Jesús... el mayor costo para su alma!
Jay Gould (1836.1892), uno de los pioneros de la industria ferroviaria, con fortuna de millones de dólares; se lamentó en su lecho de muerte, y dijo: “Soy el hombre más infeliz de la tierra”☹.
¿Qué caracterizará tu vida al final de tus días...paz o desesperación? Si has confiado en Jesús, como el Señor y Salvador de tu vida, podrás regocijarte en el perdón inmerecido que Dios te da, y tendrás la certeza de que la muerte no te separará del amor de Dios.
Romanos 8:38-39 dice: “...Estoy convencido que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados, ni lo presente ni lo porvenir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
Ojo: La muerte es un paso necesario antes de estar en la presencia del Señor.
No es tu último capítulo escrito aquí en la tierra, sino el primero de la eternidad.
“Por eso, a todos los que reciben a Jesús, a los que creen en su nombre, reciben el derecho de ser hijos de Dios,” (Juan 1:12).😇.
Te recomiendo que aceptes a Jesucristo como tu Señor y Salvador, y te libres de una separación eterna sin Dios. Decídete ya!
Y que Dios te bendiga!
Wilda M.V.
(Referencia: Alimento para el alma)
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