“Tu palabra sabia de hoy”

Jueves 23.11.17

Continuamos con el punto 2, acerca de “Qué hacer cuando pasamos por desilusiones”.

2. No intentes olvidar; piensa en algo mucho mejor. Sobre esto hay 2 noticias (una buena y una mala). La mala: Tú no has sido diseñado para olvidar. Existe la capacidad de recordar, y estimular tu memoria; pero no la capacidad de olvidar conscientemente.

¿Recuerdas que cenaste ayer? Imagino que sí. Si te ordeno que lo olvides ¿puedes? Incluso, cada vez que te propones no recordar algo, estás haciendo algo imposible. Entre más te repitas “ya no voy a pensar en eso”, ¡más vas a pensar en eso!, más recuerdos llegarán, más preguntas, más confusión, más frustración.

La buena noticia: Puedes enfocar tu mente y trabajar en un proceso de sustitución. Un ejercicio sumamente importante de todo caminante en búsqueda de lo de Arriba, y de madurez espiritual.

La Biblia presenta ese cambio, como el proceso de despojarnos y revestirnos. Eliminar lo negativo o pecaminoso, para agregar lo positivo, bueno y santo.

De tu vida anterior (llena de malos momentos y pensamientos), es necesario quitarte el ropaje de vieja naturaleza (altamente corrompida por deseos engañosos), tomar la decisión de una renovación de tu mente; y ponerte el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad (Efes. 4:22-24).

¿Alguna vez te has dado cuenta que después de un día muy ocupado, y  enfocado en actividades, no tuviste  tiempo para pensar en el ayer? No fue porque te propusiste a olvidar; fue que concentraste tu mente en algo mucho mejor y mas productivo.

Según sean tus pensamientos, así será la perspectiva que tengas de tu vida, así tomarás decisiones y así experimentarás tus emociones.

Asegúrate de despojarte (de tu viejo yo) y revestirte (del nuevo), para mantener tu mirada enfocada en las cosas de Arriba  (Colos. 3:1-2)

Mañana finalizaremos  “Qué hacer cuando pasamos por desilusiones”.

Que Dios te ayude a poner tus pensamientos en algo mucho mejor, y te bendiga!

Wilda M.V.

(Referencia: Sitio de esperanza . com. Pastor Howard Andruejol)