viernes, 24 de noviembre de 2017

“Tu palabra sabia de hoy” 


Viernes 24.11.17 

Finalizando con el punto 3, acerca de “Qué hacer cuando pasamos por desilusiones”. 

3. No intentes entender; piensa en OBEDECER.   
“¿Qué sucedió?”, “¿Qué hice mal?”, “¿Por qué me pasa esto?”, “¿Qué hubiera pasado si…?”...Buenas e interesantes preguntas, pero talvez no necesarias. 

Buscar respuestas a las preguntas imposibles, es como ver a un perro corriendo en círculos tratando de alcanzar su cola.  

¿Avanzarás o seguirás dándole vueltas al asunto?  Lo que te liberta no es contestar preguntas "interesantes"... es obediencia a los preceptos de Dios.

"Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corint. 10:5).

¿Qué pasaría si clasificas tus interrogantes como  “utopías” (algo que no existe)? Y decides enviarlas al lugar del “no vale la pena”, y avanzas enfocado en la vida que Dios anhela para ti.

Si necesitas algún consejero, busca  personas espiritualmente maduras, a quienes puedas mostrarle tus cargas, a alguien que te ayude y dirija; recordándote cuán necesaria es tu obediencia hacia Dios. Se necesita apoyo, particularmente cuando las cargas se han hecho muy pesadas.

"Mejores son dos que uno... Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero..." (Eclesiastés 4:9-10).

No te desgastes  peleando con tus debilidades o problemas. Busca apoyo y consejo, pero Dios, y su Palabra, deben ser consejeros número uno.

En medio de un  bosque en llamas, es difícil encontrar la salida; pero si alguien ve desde afuera, te podrá orientar.

Si necesitas terminar con algo o alguien, hazlo ya; no se trata de ser descortés, sino de tener la madurez para hacer el cambio, que vaya de acuerdo a la voluntad de Dios.

Dios anhela que todas tus relaciones le glorifiquen a Él, y que disfrutes al máximo. Otro consejo es: no comenzar algo que (desde antes) se ve que tendrás que terminar. Pero si ya ha ocurrido, espero que los consejos (de estos 3 días) puedan ayudarte a formar mejor tu carácter, guiarte a la madurez, obedecer y prepararte para hacer las cosas mejor, la próxima vez.

"Hay que aprender a pagar el precio de la disciplina, o pagar el precio del remordimiento”. A llevar cautivo tus pensamientos a la obediencia a Cristo!

Que Dios te ayude a obedecer, a reestructurar tu camino, y te bendiga!

Wilda M.V.
(Referencia: Sitio de esperanza . com. Pastor Howard Andruejol)


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