19.11 17
Deuteronomio 7:7-8 "No por ser más que todos los pueblos los ha querido Jehová y los ha escogido, pues eran el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová los amó, y quiso guardar el juramento que juró a sus padres, los ha sacado con mano poderosa, y los ha rescatado de servidumbre...".
Israel (también la iglesia), en las dificultades, no demostró ser especial y se desenfocó, a pesar de ver cómo Jehová, con mano poderosa, les sacó de Egipto.
Ellos quisieron imitar a los otros, se olvidaron de la grandeza de su Dios, y de que su importancia no radicaba en lo que ellos eran, sino en lo que Dios hacía con y por ellos.
Imitar (lo malo) trae desorden, disgusto, contiendas. Si algo quieres imitar: Efesios 5:1 "imita a Dios como hijo amado"; para que no padezcas las mismas cosas que el Israel de ayer.
El espíritu del mundo envenena todo...lo cual desagrada a Dios. Abre tus ojos, deja de ponerle atención, cambia tu ruta hacia el lugar que Cristo fue a preparar, para que puedas estar junto a Él (Jn.14:2).
El pueblo que ama, honra y obedece a Dios, es diferente, y Él le guarda como a niña de su ojo (Deut.32:10).
Es posible que mueras sin ser salvado por Jesús (ya que es una decisión tuya), pero jamás morirás sin haber sido amado por Dios.
Dios quiere a su pueblo viviendo por Su Palabra, desea concluir su obra, que todos le conozcamos y le glorifiquemos.
Jesucristo es el enlace, para que los que están confundidos no se sigan extraviando, es el único medio que nos injerta como ese pueblo especial en Dios. Con y en Cristo hay victoria!
Si Dios cuenta tus cabellos, también cuenta tus lágrimas. Ven hoy a Él (o reconcíliate), para que dejes de ser insignificante, y seas parte de su pueblo especial!
¿De qué te sirve buscar a Dios en otros lugares, si donde no lo has encontrado es en tu corazón?
Dios te dirija y bendiga hoy!
Wilda M.V
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