martes, 4 de julio de 2017

"Tu palabra sabia de hoy"

"Destruir lo que divide" 

En Josué 7:1-12 nos habla del pecado de Acán. Lectura que resumo, pero te invito a leer:  "Los hijos de Israel cometieron prevaricación… porque Acán… tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel. Josué envió hombres desde Jericó a Hai… diciendo: Suban y reconozcan la tierra. Y así hicieron. Volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, sino como 2 o 3000 hombres, y tomarán a Hai; [ellos] son pocos. Los 3000 huyeron delante de los de Hai. Los de Hai mataron [israelitas] a unos 36 hombres… y los derrotaron en la bajada; … el corazón del pueblo desfalleció… Josué rompió sus vestidos, se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; echaron polvo sobre sus cabezas. Josué dijo: !!Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? 

!!Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán! !!Ay, Señor! ¿qué diré, ya que Israel ha vuelto la espalda delante de sus enemigos? Porque los cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos rodearán, y borrarán nuestro nombre de sobre la tierra; y entonces, ¿qué harás tú a tu grande nombre? Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así…? Israel ha pecado, han quebrantado mi pacto … han tomado del anatema, han hurtado, mentido, y lo han guardado entre sus enseres. Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda…ni estaré más con ustedes, si no destruyen el anatema…"

Los israelitas experimentaron el dolor del pecado personal y el gozo de la restauración. Josué les advirtió que no se enriquecieran en la batalla por Jericó (Josué 6:18), pero Acán robó y escondió en su tienda algunas cosas (7:1). Solo después de que su pecado fue descubierto y juzgado (vs. 4-12), la nación pudo reconciliarse con Dios.

Como Acán, no siempre pensamos que "guardar pecados", aleja nuestro corazón de Dios, afectando a quienes nos rodean. Reconocer a Jesús como Señor, admitir nuestro pecado y pedir perdón, dan el cimiento para relaciones saludables, con Dios y los demás. Al someternos a nuestro amoroso Creador, serviremos y disfrutaremos de su presencia.

A nuestro Señor que nos ayude a reconocer y confesar nuestros pecados y alejarnos de ellos.

Y que Dios nos bendiga!

(De "Nuestro pan diario")

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