Martes 25.07.2017
Romanos 13:11-14 "Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne".
En el libro "Wearing God" ["Vestidos de Dios"], de Lauren Winner, dice que nuestra ropa puede comunicar quiénes somos. Lo que nos ponemos puede indicar una carrera, una comunidad, una identidad específica, estado de ánimo o condición social.
Piense en una camiseta con un eslogan, un traje formal, un uniforme o jeans engrasados, y lo que esa ropa revela. Winner escribe: "Es interesante que, como una prenda, los cristianos puedan hablar de Jesús a otros sin pronunciar palabra".
Según Pablo, de la misma manera, podemos representar a Cristo sin hablar. Romanos 13:14 nos insta a vestirnos "del Señor Jesucristo".
¿Qué significa esto? Cuando aceptamos a Cristo como Salvador, adoptamos su identidad. Somos "hijos de Dios por la fe" (Gálatas 3:26). Esa es nuestra condición. Cada día tenemos que vestirnos de su carácter, esforzándonos por vivir como Jesús; creciendo en piedad, amor y obediencia; y dándole la espalda al pecado que nos esclavizaba.
Este crecimiento en Cristo es obra del Espíritu Santo en nosotros y de nuestro deseo de acercarnos a Él mediante el estudio de la Palabra, la oración y la comunión con otros creyentes.
Cuando los demás ven nuestras palabras y actitudes, ¿qué le dicen estas palabras o actitudes a ellos sobre Cristo?
Pidamos a Dios reflejar a Jesús, y que nos ayude a parecernos más a Él. Que cuando los demás nos miren, vean a su Salvador.
Que Dios nos bendiga, porque hagamos la diferencia!
Wilda M.V.
(De Nuestro pan diario)
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