"Tu palabra sabia de hoy"

Viernes 23.6.17

Habacuc 1:2-4 "¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia".

Cuánto molestan las injusticias. También el profeta de Dios se irritaba por ese motivo. Habacuc le hizo la pregunta: «¿Hasta cuándo, oh Señor, clamaré, y no oirás?» (vs.2). Pero Dios sí había escuchado, y respondido. Y había dicho: «¡Ay del que aumenta lo que no es suyo…! ¡Ay del que obtiene ganancias ilícitas…!» (2:6, 9). Bueno... ¡El juicio se acercaba!

Normalmente aceptamos, con beneplácito, el juicio de Dios para los otros, pero, en Habacuc, hay algo que nos hace detener: «el Señor está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra» (2:20). Los oprimidos y los opresores.

A veces, la respuesta adecuada al aparente silencio de Dios es… ¡SI.LEN.CIO!  ¿Por qué silencio? Porque, con facilidad, olvidamos nuestra propia pobreza espiritual, y en el silencio se nos permite reconocer nuestra maldad, en presencia de un Dios bueno, fiel y santo.

Aprendamos a confiar en Dios, como lo hizo Habacuc. No conocemos los caminos de Dios, pero sí sabemos que Él es bueno. Nada escapa a su control y a sus tiempos.

Dios hará una obra tan grande, que aun cuando te lo cuenten o lo veas, no la creerás.

Créelo, Dios hará justicia y te bendecirá! (Procura tener tu balanza hacia Él).

Feliz viernes👏🌟

Wilda M.V.
(Fuente: Nuestro pan diario)