Meditación 6.6
2 Timoteo 2.1-3 "Tú, pues, hijo
mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante
muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar
también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de
Jesucristo".
En
1 Timoteo 6.12, Pablo llama a su discípulo a “pelear la buena batalla de la
fe”. Al igual que antes, los creyentes hoy tienen un triple frente de
batalla contra la carne, el mundo y Satanás. El apóstol puntualizó las
acciones de un soldado, como un recordatorio para librar la batalla espiritual
diaria.
El buen soldado ...
Es
fuerte en Cristo. Pablo
sabía que el Señor estaba a su lado, fortaleciéndolo en las pruebas (2 Tim. 4.17). El Espíritu Santo
da el valor y fuerzas para obedecer los mandamientos de Dios, y para confiar en
que su poder nos dará la victoria contra cualquier enemigo.
Comparte
su conocimiento. Pablo
tenía especial interés en que los creyentes compartieran lo que ellos sabían.
La iglesia no solamente tiene la verdad del evangelio; tiene también todas las
riquezas de la Palabra de Dios. Muchas personas han escuchado por años la
riqueza de la enseñanza bíblica, y también han experimentado la presencia del
Señor. Guardarse para sí esas enseñanzas, puede dejar a otro soldado sin la
armadura o las municiones necesarias.
Está
dispuesto a sufrir. Las
privaciones son parte del combate y de la experiencia cristiana. Los creyentes
sufrirán adversidades y serán llamados a sacrificios. No es de extrañar que
Pablo le recuerde a Timoteo que se mantenga fuerte en el Señor y que prepare a
otros.
El
comandante sabio da a sus soldados un grito de guerra que les anima el corazón
y fortalece sus pasos.
Pablo tenía también el suyo: “Acuérdate de Jesucristo” (2 Tim. 2.8). Recuerde que usted
sirve a un Señor Todopoderoso. Él está a su lado, participa de sus
sufrimientos y le sostiene firmemente en sus batallas más grandes.
(De Encontacto.org)
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