Jueves 09/02/17
1 Samuel 20:40-42 "Luego dio Jonatán sus armas a su muchacho, y le dijo: Vete y llévalas a la ciudad. Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó 3 veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más. Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre...".
Qué bueno es que entre amigos se puedan contar lo bueno, lo malo y lo feo. Buenos amigos aprenden a compartir alegrías, fracasos y victorias.
David y Jonatán tenían una amistad fiel, la cual inició en días cuando David derrotó a Goliat (1 Samuel 18:1-4)
Los buenos amigos no se van cuando las circunstancias cambian. Están en las buenas y malas; nos dan consejos, y hasta nos guían a Dios, en momentos difíciles.
Los buenos amigos son regalos de Dios; y no nos desamparan nunca.
Demos gracias a Dios por nuestros buenos amigos... esos que aparecen cuando todo el mundo desaparece.
Dios te bendiga y te ayude a ser fiel amigo/a!
Wilda.
(Fuente de referencia: "Nuestro pan diario").
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