martes, 3 de enero de 2017

"La primera de nuestras segundas oportunidades"

Meditación 3/1/17
Romanos 3.10-18 "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos".
Nuestro amoroso Padre es el Dios de las 2das. oportunidades. Su gracia es tan grande, que da muchas oportunidades de escuchar el evangelio y recibir a Jesucristo como Salvador. Su gracia llega hasta la suciedad de la naturaleza pecaminosa, a los espíritus rebeldes, a las mentes perversas, y a las lenguas impuras, con el fin de salvar a su amada creación.
El Señor no da segundas oportunidades a la ligera, Él da una mirada a la humanidad a través de Sus ojos. No importa cuán buenos tratemos de ser… somos necios, inservibles y perversos. Pero la gracia de Dios es mucho más grande que nuestros pecados.
El Padre celestial es, además, un juez justo y no pasará por alto nuestros pecados. Si lo hiciera, no sería el Dios justo y santo descrito en la Biblia. Dios considera la gracia un término de acción, e implementó un sencillo plan de salvación: cualquiera que crea en Jesucristo como Salvador y Señor es perdonado. Somos justificados por la fe, y así tenemos paz con Dios (Romanos 5.1). Nuestro corazón se lava de pecados, es como si nunca se hubiera hecho lo malo.
Jesús es nuestra segunda oportunidad. Sin Él, no hay salvación, justificación o gracia. Las personas no pueden limpiar su corazón; hay que aprovechar la limpieza que Cristo compró con su sacrificio en la cruz. (De Encontacto.org)

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