Viernes 16/12/16
Joel 2:30-32 "Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado".
Hoy estamos ante advertencias versus respuesta.
Dios nos dice (en el Antiguo Testamento), en los versos 30 y 31 de Joel 2: que en cielo y la tierra dará prodigios… sangre, fuego, columnas de humo, sol convertido en tinieblas, luna en sangre. También nos dice que todo eso acontecerá antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.
En el Nuevo Testamento lo recuerda, en Hechos 2:19 "Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo"... Pero y por qué se repite una profecía tan poco agradable?
Si hay algo en lo que creemos los cristianos es que "Toda la Escritura es inspirada por Dios" (2 Timoteo 3.16); por lo tanto… Si Dios lo dijo, sea en el NT o en AT, nos quiere exhortar a corregirnos, pues nos está instruyendo previamente; y como decía mi abuela: "Guerra avisá no mata soldao"… TODO lo que Jehová advierte, sucederá.
Ahora bien, en vs. 32 nos da paz con la respuesta: "todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo".
Aquí la palabra "aquel que invocare el nombre de Jehová", debemos verla como el que se humillare a Dios (deje su mal camino)… se asirá de la más maravillosa respuesta: "Será salvo" (de la condenación eterna).
Pongamos atención a estos versos, sin dejar de recordar que la Palabra de Dios es para enseñarnos, redargüirnos e instruirnos en justicia.
Que cuando venga ese día tan desagradable, ya hayas tomado la decisión de amar, humillarte y servirle a Dios… será de grande recompensa!
Dios te abra el entendimiento y te bendiga!
WMV
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