Miércoles 5/10/16
Génesis 39:1-4 "Llevado, José a Egipto, Potifar -oficial de Faraón,
capitán de la guardia, varón egipcio-, lo compró de los ismaelitas que lo
habían llevado allá.
Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo
el egipcio.
Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo
hacía prosperar en su mano.
Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su
casa y entregó en su poder todo lo que tenía".
Cuando un hijo de Dios está en algún lugar, se debe ver algo diferente. En
la historia de José, quien era un esclavo al servicio del oficial del Faraón de
Egipto, podemos ver ese sello que, como hijo de Dios, él estampaba. Y cómo por
su obediencia a la palabra de Dios, el Señor estaba con él y le respaldaba en
todo.
Nos dice este relato bíblico que José fue un varón próspero (a pesar de ser
solo un esclavo). La clave: obediencia en todo, y así Jehová le hacía
prosperar.
Esa gracia que el Padre pone sobre sus hijos, hace que los demás vean en ti
algo especial...algo que ellos anhelan, pero que solo lo tienes tú.
La gracia o perfume que viene con el sello de Dios, es lo que hace la diferencia,
y lo que da poder sobre el poderío de los demás.
Toma un tiempito y lee la historia de José completa, veras la importancia de
obedecer a Dios, aún en los más difíciles momentos.
Dios te bendiga y te ayude a ser obediente a Su Palabra!
WMV
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