Miércoles 7/9/16
“Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura". (Génesis 25:29-34.)
De la lectura "Valora lo que Dios te da", del devocional "Mensajes
y sermones para predicar", vimos que Esaú y Jacob -hermanos gemelos-,
a pesar de crecer juntos y con los mismos padres, desarrollaron perspectivas muy
diferentes, en cuanto a las bendiciones y privilegios que Dios tenía para
ellos.
Esaú vendió su primogenitura por un simple
plato de lentejas. Mostró gran indiferencia cuando dijo: “¿para qué me
servirá la primogenitura?”
La tradición judía enseña que el primogénito es el que hereda
la mayor proporción entre sus hermanos, además del liderazgo en la familia;
también recibía el derecho “sacerdotal”, ante el Señor, por toda la familia (presentaría
los sacrificios, ofrendas y oraciones a Dios).
El pan y las lentejas, vienen a ser “valores terrenales”, y
para Esaú fueron de mayor valor que los privilegios celestiales..."pisoteó" y "desvalorizó" un designio de Dios. Así
también ocurre con muchos que han sido llamados por Dios… descuidan, pisotean y desvalorizan
lo que el Señor les ha entregado, y por lo que los ha llamado a ser parte de su Reino.
Lo más sabio de hoy: Piensa, cuida, valora y nunca cambies
por un plato de lentejas -por cosas terrenales- lo que Dios te ha señalado y
entregado... que será eterno.
Aunque hoy te sientas cansado, confundido, afligido, derribado, no te sigas haciendo vulnerable a lo que "el
enemigo" te dice… muestra mayor importancia a lo que te ha dicho Dios. Esaú
cometió gran equivocación... cuídate tú de no caer
en lo mismo que él. Valora lo que Dios te da.
En 2 Corintios 4.18: no mires las cosas
que se ven, esas son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Dios te bendiga y te ayude a meditar en eso que estás
desechando,
y por lo que Dios te quiere bendecir!
WMV
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