Domingo 25/9/16
Salmos 78:1-8 " Escucha, pueblo mío, mi ley; inclina tu oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en proverbios; hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos, Las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su potencia, y las maravillas que hizo. El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, A fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu".
Debemos estar comprometidos a compartir con la generación venidera las maravillas del Señor.
En las carreras de relevos, la fuerza física, la velocidad, la habilidad y la resistencia son necesarios. Pero hay momentos cruciales, que ponen a cualquiera ansioso... Un momento de retraso, un desliz… y la carrera podría perderse.
Los creyentes estamos en una carrera de relevos, llevando la fe, así como el conocimiento del Señor, y Su Palabra.
Es gran necesidad pasar este legado de una generación a otra. Asaf, en este Salmo, lo recuerda.
Moisés dijo algo parecido a los israelitas: «Ten mucho cuidado de no olvidar nada de todo lo que tus ojos han visto… Al contrario, enséñales esto a tus hijos, y a los hijos de tus hijos». (Deuteronomio 4:9).
Estamos llamados a hacer, con amor y valentía, todo lo posible para pasar a las generaciones futuras «las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable». (1 Pedro 2:9)
Que Dios nos ayude a ser fieles pasando Su legado a otros.
(Del devocional Nuestro pan diario)
"Dios te dirija y bendiga"🌻🌾🌹
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