Sábado 03/09/2016
"Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos" (Romanos 8:29).
Salmos 138:8 "Jehová cumplirá su propósito en mí;...no desampares la obra de tus manos".
Efesios 2:10 "Porque somos hechura suya..."
Leía de "Nuestro pan diario", una historia que hablaba de un experto artesano de la madera, cuyas obras son réplicas casi exactas de objetos reales, decía: Tallar un pato es sencillo. Basta mirar un trozo de madera, pensar en cómo es un pato y, luego, cortar todo lo que no se parezca al pato.
Luego continuaba diciendo: Así es Dios. Él nos mira —ve madera en bruto— e imagina la persona con el carácter de Cristo escondida bajo la corteza, los nudos y las ramitas; luego, comienza a tallar, quitando todo lo que no encaje con esa imagen. Y cuán hermosos seremos al final, como «patos» terminados.
Destacaba el hecho de que primero, hay que aceptar que somos un trozo de madera, y que debemos dejar que el Artista nos corte, nos moldee, y nos pula como Él quiera. Lo cual significaba tener que ver las circunstancias -agradables o desagradables- como herramientas de Dios que nos moldean. Él nos forma, pieza por pieza, para convertirnos en la hermosa criatura que imaginó en nuestro poco agraciado trozo de madera.
A veces, el proceso es maravilloso; otras veces, doloroso. Pero, al final, todas las herramientas de Dios nos conformarán a la imagen de su Hijo!
Así que el consejo sabio de hoy es: Ponte en las manos del Maestro Tallador. Y pídele: Padre, tállame a la imagen que tú planeaste de mí.
Dios te bendiga!
WMV
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