Levítico: 16:29-34...
"Y esto tendréis
por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los 10 días del mes,
afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el
extranjero que mora entre vosotros. 30 Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de
todos vuestros pecados delante de Jehová. 31 Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es
estatuto perpetuo. 32 Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser sacerdote
en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras
sagradas. 33 Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión;
también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de
la congregación. 34 Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez
al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le
mandó".
En la
ley de Moisés se perdonaban los pecados una vez al año, y el sacerdote tenía que
hacer un sacrificio para él y uno para el pueblo, para santificarse, pero la
ley era muy difícil de cumplir y fue cambiada, como lo dice en Hebreos 7:18-24...
Hebreos 7:18-24
"Queda,
pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia 19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor
esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. 20 Y esto no fue hecho sin juramento; 21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero
éste, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. 22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte
no podían continuar; 24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio
inmutable".
Quién permanece para siempre, sino Dios... Él mismo vino por nosotros!
Si yo
tengo una cita con el presidente del país y no voy, pierdo la oportunidad y
tengo que hacer nueva cita, pero si esa persona me conoce y me ama, me
llama a ver qué me pasó; y, como mucho, me enviaría un chofer o un taxi que me trasladara donde él.
Pero
Dios vino Él mismo en persona! Nosotros no podemos ver a Dios en su gloria, y Él se hizo
un cuerpo de carne, lo habitó y esperó pacientemente hasta tener 30 años y
empezar a predicar su palabra,
Vino para
salvarte a ti, a mí y a nuestras familias...porque Él va directamente a donde estés. Sin
estimar que Él es un amor puro.
Ora, pidiendo a Dios que te revele su
santo nombre.
Vamos
a darle gracias a Dios, por darnos un nuevo día, darnos salud, y otra oportunidad de
ser salvos; así como de aceptar su amor... en el nombre de Jesús. (Escrito por el hermano Víctor Tapia)
(PD. Con algunas modificaciones de WMV)
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