Cuán hermosas son las perlas, verdad? Aún así, tienes que saber que son el producto del dolor.
Las perlas son el resultado de una ostra herida -por un grano de arena-, que entró en su interior... Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas.
En el interior de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar”, que cuando el grano de arena penetra, ésta lo recubre para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla.
¿Te has sentido, alguna vez, herido por palabras o actitudes de alguien? ¿Has sido acusado de hacer o decir cosas que nunca has dicho o hecho? ¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas? ¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta? ¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia? ¿Te han herido personas que menos esperabas?
Aquí te doy la mejor receta: Perdona y haz de tu herida una perla.
Cubre tus heridas con varias capas de amor. Recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor sentirás. Por el contrario, esa herida permanecerá abierta, te dolerá más cada día, se infectará con el resentimiento y la amargura y peor aún, nunca cicatrizará.
Hoy vemos muchas "ostras vacías", no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.
“Una perla es: una herida sanada por el amor"
(Reflexión tomada de: reflexionesparaelalma.net, con modificaciones de WMV)
05.07.2016
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