Meditación 27/07/16
1 Pedro 4.11 "Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amén".
Cuando nos convertimos en seguidores de Cristo,
nuestra visión de la vida debe cambiar. Ya no somos el
centro de nuestro mundo, sino Cristo (Gálatas 2.20). Es esencial que cambiemos nuestra manera de
pensar para tener una cosmovisión cristiana, porque lo que creemos dicta
nuestra conducta. Muchos tenemos una cosmovisión en la que hemos tomado
ciertas verdades de la Biblia, algunas de nuestra crianza y otras de nuestra
cultura para determinar lo que creemos, sin ni siquiera estar conscientes.
Como creyentes, debemos escudriñar las Sagradas
Escrituras para encontrar respuestas a todas las preguntas de la vida. ¿Dé
donde vine? (Génesis 1). ¿Qué sucederá cuando muera? (Juan 14.1-4). ¿Por qué la conducta humana es como es? (Romanos 3.9-18). ¿Cómo saber si algo es bueno o malo? (2 Timoteo 3.16). ¿Para qué fue hecho el hombre? (Isaías 43.7). Si tenemos las
respuestas bíblicas (una cosmovisión cristiana) pensaremos y nos conduciremos de maneras que glorifiquen
a Dios.
Pero la pregunta más importante es ¿qué le
importa a Dios? Por la Biblia sabemos que toda la naturaleza declara la
gloria de Dios; que el propósito principal del hombre es glorificar a Dios; y
que la misión de Jesús en la Tierra reveló la gloria de Dios. Entonces, lo que más le importa a Dios es su gloria.
¿Le sorprende esto? Llegamos a creer que el
mundo gira a nuestro alrededor, y que la obra de Dios tiene solo que ver con
nuestras necesidades, deseos y placeres. Pero la
verdad es que la vida gira alrededor de Dios y de su gloria.
Postrémonos
humildemente delante del Señor, cambiemos nuestra manera de pensar,
y unámonos a Él en pos de su gloria. (De
Encontacto.org)
PD.
Cosmovisión: Manera de ver e interpretar el mundo.
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