lunes, 13 de junio de 2016

"Una oración equilibrada"

Meditación 13.6.16
2 Crónicas 20:5-12  "Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás. Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. !!Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos".

Los cristianos podemos aprender hoy buenas lecciones de las oraciones del Antiguo Testamento. Cuando Josafat le suplicó a Dios por ayuda, buscó un término medio entre su petición en cuanto a su necesidad y la alabanza de la grandeza de Dios.

De igual modo, debemos hacer nuestras peticiones reconociendo quién es Dios. De lo contrario, el enfoque de la oración se convierte en necesidad, debilidad, fracaso o temor.

Josafat clamó a Dios por su terrible situación, pero también exaltó sus atributos, reconociendo las grandes cosas que Él había hecho. Cuando oramos así, nos volvemos más fuertes, sinceros y audaces. Por eso es tan importante conocer la Palabra de Dios. Cuando leemos acerca de cómo ha obrado el Señor en la vida de los demás, entendemos su fuerza y poder maravillosos. Podemos así ver a hombres y mujeres de la Biblia como ejemplos a seguir, y comenzar a orar de manera parecida. El milagroso poder de Dios sigue estando disponible hoy, y Él quiere que sus hijos lo usen.

Al decir: “¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?”, Josafat estaba alabando a Dios, y al mismo tiempo recordándose a sí la grandeza del Señor. Cuando usted ore, alabe a Dios por su gracia y misericordia, y piense en su gran poder.

¿Quiere revolucionar su vida de oración? Si centra la misma atención en la alabanza de los atributos del Señor, como lo hace en sus peticiones, sus oraciones tendrán una nueva dimensión. Dejarán de estar centradas en usted, para enfocarse en Dios.  (De Encontacto.org)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESA GRACIA INMERECIDA DE DIOS

27.11.2024 SANTIAGO 1.17-18  “ Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, n...