MEDITACIÓN 15.3
1Pedro 4.12-13 "Amados,
no se sorprendan del fuego de prueba que les ha sobrevenido, como si
alguna cosa extraña les aconteciere, sino gozaos por cuanto son
participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación
de su gloria se gocen con gran alegría."
Ayer Salmos 46.10,
nos invitaba a “estar quietos” durante los
tiempos de dificultades. Ese versículo nos recuerda que debemos dejar de
manipular nuestras circunstancias, y permitir que Dios actúe. Sin embargo,
entender un versículo es una cosa, pero ponerlo en acción puede ser algo muy
diferente. ¿Cómo puede un creyente estar quieto?
1. Entendiendo que el
Señor está permitiendo nuestras dificultades. Si creemos
que Dios tiene el control, debemos también creer que Él permitió que pasara lo
que sucedió.
2. Aunque sea difícil
comprenderlo, hay un propósito detrás de nuestras pruebas, aunque eso nos deje
perplejos. Dios no permitirá que tengamos pruebas
sin una buena razón.
3. Puesto que hay un
propósito para nuestras dificultades, estas tienen el potencial de ser
experiencias positivas. Eso no significa que todo saldrá perfecto, ni de
acuerdo con nuestros planes y criterios, pero si
reaccionamos de manera correcta podremos ver la experiencia como un catalizador
para el crecimiento de nuestra vida espiritual.
(De Encontacto.org)
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