viernes, 11 de marzo de 2016

"Alabar al Cordero de Dios"

MEDITACIÓN 11.3

Les resumo Apocalipsis 5... pero te invito a leerlo en tu Biblia, para que te edifiques aún más...

... El apóstol Juan aquí está hablando de la revelación que Dios le diera.  Relata haber visto en la mano derecha de 1 que estaba sentado en 1 trono, 1 libro escrito por dentro y por fuera, sellado con 7 sellos. También vio 1 ángel fuerte que preguntaba: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? pero que ninguno podía abrir tal libro, ni aun mirarlo... Juan lloraba porque nadie era capaz. Relata que 1 de los ancianos les dijo que no llorara; que el León de la tribu de Judá, raíz de David, había vencido para abrir el libro y desatar sus 7 sellos.
...Juan miró y vio (entre otras cosas) 1 Cordero (con algunas características) quien toma el libro; y los que estaban a su alrededor cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación... Juan oyó voz de ángeles, seres vivientes, ancianos; millones de millones que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.  Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.... Todos se postraron y adoraron al que vive por los siglos de los siglos...
La revelación que hace Juan del trono celestial es 1 imagen impactante de auténtica alabanza. El lugar estalla de adoración al Señor Jesús. Los presentes —ancianos y “millones de millones” de ángeles (v.11) son motivados a cantar su amor a Cristo, porque saben quién es Él. Es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (vv.9,12; Jn.1.29). Y es el León de Judá (Ap.5.5), el único digno de juzgar la Tierra y renovarla. Jesucristo es maravilloso, y ninguna parte de la creación pueden resistirse a decirlo.
¿Qué le motiva a usted a adorar a Dios? ¿No debe ser la alabanza a nuestro Salvador por ser Él quien es, la razón para levantar nuestras manos y voces? Para hacerlo, debemos tomarnos el tiempo para conocerle. No basta con leer la Biblia solo los domingos y orar en forma esporádica. Tenemos que comprometernos a descubrirle por medio del estudio regular de la Palabra, la oración abnegada y el servicio a su reino.
Después que el creyente vislumbre otro aspecto del carácter de Cristo, más grande y más sorprendente de lo que se había percatado antes, anhelará saber más. Tendrá hambre y sed de Dios, porque solo el Señor puede satisfacer (Mt.5.6). Es en la adoración que el corazón del cristiano se llena.
La alabanza es parte de un ciclo: se aprende más del carácter de Dios; se le ama más profundamente; se le adora y se le sirve mejor; y se logra satisfacción espiritual. Lo asombroso es que cuando estamos satisfechos, anhelamos más de su presencia en nuestra vida, y entonces ahondamos en su Palabra para tener más de ella, y comenzar de nuevo el ciclo.

(De Encontacto.org)

1 comentario:

  1. ¡Qué belleza de estudio bíblico! casualmente hace poco estuve leyendo este capítulo en Apocalipsis, y me maravillaba de que solamente Jesucristo haya sido digno de abrir aquel libro. Yo también soy una adoradora del Señor. Hermana le invito a visitar mi blog http://milversosparaelrecuerdo.blogspot.com Aquí yo he incluido varias páginas independientes que pueden ser encontradas en el lado lateral derecho de mi blog...(están con letras blancas), esas páginas llevan por títulos: MIS EXPERIENCIAS ESPIRITUALES....VERSOS A JESUCRISTO....TEMAS CRISTIANOS IMPORTANTES...entre otras. También te invito a dejar un comentario en mi LIBRO DE VISITAS. Serás bienvenida. Dios te continúe bendiciendo. Ingrid Zetterberg

    ResponderEliminar

ESA GRACIA INMERECIDA DE DIOS

27.11.2024 SANTIAGO 1.17-18  “ Toda buena dádiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, n...