REFLEXIÓN 25.9
Las promesas de Dios
están marchando hacia su cumplimiento, no se tardarán; en el tiempo perfecto se verán. Aunque parezca tardar, espérala, no hagas nada indebido, el Señor no
te defraudará.
En Habacuc 2:3 (NVI) dice: “Pues la visión se realizará en el tiempo
señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque
parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá”.
La
Biblia nos enseña que Dios tiene un tiempo para todas las cosas, y es necesario
confiar en sus tiempos. Hay cosas que esperamos, pero tienen un tiempo
señalado, nuestra misión es hacer lo correcto en la espera, y no demorar esa
respuesta. Mientras esperamos, debemos fortalecernos en la fe, en la oración y
en la palabra de Dios, y no dejarnos gobernar por la ansiedad, creer las
palabras de fe que salen de nuestro corazón y no hablar queja, enojo o
rebeldía. El Señor está moldeando nuestro corazón, para que en el tiempo
adecuado, su gloria se haga visible y podamos reconocer su poder.
Para
no demorar las cosas, debemos tener una actitud de acción, de servicio, de
expectativa, de sembrar en todo lo que podamos. Hay que renunciar a realizar
actos indebidos para cumplir nuestro propósito, nada de lo que se opone a la
palabra de Dios, nos ayudará. Haz lo mejor de tu parte, espera en fe; y sin
demora, en el tiempo perfecto… llegará.
Tiempo
para decir a nuestro Padre Celestial: Sé que tus promesas no tardan, y las espero
con fe, sabiendo que en el tiempo perfecto llegarán, porque marchan hacia el cumplimiento. En el nombre de Jesús, Amén!
(De
Avanzapormas.com)
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