lunes, 20 de abril de 2015

“Cómo Buscar a Dios”

Meditación 17.4

Lectura bíblica en 2 Crónicas 31.20, 21 “De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios.  En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.”
El rey Ezequías de Judá servía fielmente al Señor, y estaba empeñado en buscar a Dios con fervor, por lo cual Él lo prosperó.

Dios quiere estar conectado estrechamente con nosotros, de la misma manera que un padre y un hijo que se aman el uno al otro. Nuestra búsqueda de Él debe caracterizarse por la:

Concentración. Cuando nos acercamos a la Palabra de Dios con una mente distraída, o cuando nuestro enfoque se aparta a otros temas, tenemos un corazón dividido. El Señor desea tener toda nuestra atención; quiere el primer lugar; que le demos prioridad sobre todo lo demás que sea importante para nosotros (Jeremías 29.13; Mateo 6.33).

Diligencia. Debemos sentir devoción por Dios, y dar especial atención a lo que Él dice. Esto requiere un esfuerzo constante para entender cómo actúa, y lo que quiere que hagamos.

Perseverancia. Buscar al Señor debe ser un esfuerzo constante y sostenido, que nos lleve a estar más cerca de Él y a participar más en su obra (Salmos 42.1).

Confianza. Tenemos que creer que Dios quiere que le conozcamos, y que Él desea lo mejor para nosotros. La convicción es un componente esencial de la confianza (Proverbios 3.5).

Humildad. Dependemos totalmente de Dios para todas las cosas de la vida, y le complace que nos acerquemos a Él con humildad (Isaías 66.2).


Cuando nuestro corazón anhela a Dios, Él se deleita en revelarse a sí mismo y derramar bendiciones sobre nosotros (Hebreos 11.6). Haga una evaluación sincera de qué tan anhelante es su búsqueda de Él.
 (De Encontacto.org)

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