jueves, 26 de febrero de 2015

“El Perdón: Un Acto de Amor”

Meditación 26.2

Lectura en 1 Corintios 13.4-7  “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

Perdonar a quienes nos han causado algún daño es una orden difícil de obedecer, ya que es más fácil aferrarnos a nuestra ira. Pero como vasos del amor de Dios, los creyentes ya no vivimos de acuerdo con los impulsos de la carne. Gracias al Espíritu Santo, cuando alguien nos trata mal, podemos perdonar y además demostrar amor a esa persona.

1 Corintios 13.5 nos dice que . . .
El amor no busca lo suyo. A muchas personas les preocupan sus “derechos”. Pero la idea de los derechos es un concepto del mundo, no un mandato bíblico. Eso no quiere decir que debamos permitir que los demás se aprovechen de nosotros; sino que debemos enfocarnos en mostrar el amor de Dios a nuestro enemigo (Mateo 5.44).

El amor no se irrita. Mantener un espíritu sereno cuando estamos irritados es difícil. Pero los momentos en que somos perseguidos o agraviados son precisamente los que más nos ayudan a estar conscientes del amor de Dios que fluye a través de nosotros. Piense en las tantas veces que el Señor Jesús tuvo que enfrentar a líderes religiosos que lo provocaron deliberadamente; sin embargo, en la cruz, también, pidió el perdón para ellos.


El amor no tiene en cuenta el mal recibido. El amor de Dios que fluye a través de nosotros puede soportar las heridas causadas por otras personas.



La gente nos herirá, pero si tenemos una actitud amorosa, y nos negamos a preocuparnos por nuestros derechos, seremos capaces de dejar de lado el resentimiento y perdonar con amor.
 (En Contacto.org)

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