Proverbios 6.32-33 “El que comete adulterio es falto de juicio; el que así actúa se destruye a sí mismo. No sacará más que golpes y vergüenzas, y no podrá borrar su humillación”. Amén.
En proverbios 6.20-33, vemos algunas consecuencias del adulterio, también recomendaciones para detenerse y no caer.
La
primera recomendación:
Mantener en memoria y corazón los mandamientos y enseñanzas dadas por los padres. Y agrego, aún más los dados por el Padre celestial.
¿De
qué sirve?
De guía y protección en nuestro viaje-camino por la vida; sea estando dormidos o despiertos.
De lámpara encendida; que da luz, correcciones y consejos de vida.
Por
demás:
Protege de mujeres (hombres) malvados, y de sus palabras dulces, pero llenas de veneno.
OJO:
No permitamos encender esas pasiones negativas. ¡NO nos dejemos atrapar por Satanás!
Ignorar alguna instrucción dada por los padres es malo, pero las dadas por el Padre celestial, es fuego en el alma, qué horriblemente quema.
Es como caminar sobre brasas, se quemarán los pies. Y nadie quedará sin castigo.
Porque:
Aun el ladrón que roba para saciar su hambre; tendrá que dar cuanta. No caigan en esa imprudencia. ¡Eso destruye! Tendrán que afrontar golpes, ofensas y vergüenza.
Abran
los ojos:
Vuelvan
a Cristo, a su camino al Cielo. Enmienden,
oportunamente, el camino a la voluntad del Padre. Esas palabras pudieran se la oportunidad de
Dios no destruirte. De mostrarte su grande misericordia.
Líbrate
de la condenación eterna. ¡Jesús aún te ama demasiado!
¡Retórnale
el control a Dios,
para
que vuelva y te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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