1 Pedro 3.9 “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”. Amén.
Si, hemos sido
llamados para heredar bendición. Nos lo dice la Biblia.
Los creyentes, pudiéramos
estar en desacuerdo con los demás en varias cosas, pero con la mente
puesta en Cristo, podemos vivir en paz y armonía unos con otros. El Espíritu Santo se encarga de hacer ese desafiante
trabajo.
Nunca devolver mal por
mal, ni maldición por maldición. Hay veces en que solo debemos
permanecer en silencio y dejar a Dios obrar.
Dios nos ha dado la
gracia de ser humildes y amables con nuestros opositores. Inclusive, para
saber NO responder con insultos a quienes nos humillen.
El verdadero cristiano
no teme a burlas, insultos o que le traten mal. Su testimonio se magnifica cuando está dispuesto a sufrir por Cristo.
Romanos 12.18 dice: Si es posible, en cuanto dependa de nosotros, estemos en paz con todos. Ser bondadosos y humildes es más eficaz
para ganar a alguien para Cristo, que ser groseros, maldicientes o ásperos.
¿Cómo entenderán los
incrédulos el perdón y amor de Cristo si les tratamos mal o le guardamos
rencor? Cada dificultad es una oportunidad para dejar que
Cristo brille en nosotros.
Sea que estemos
interactuando en la iglesia o en el mundo, dejemos que otros vean en nuestro comportamiento, actitudes y
palabras, de una vida transformada por Cristo.
Feliz sábado. ¡Dios
te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia: En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario