Filipenses 4.6-7 “Por nada estén afanosos, sino que sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y pensamientos en Cristo Jesús”. Amén.
Comienzo diciéndote que cuando
te falte paz, entrégale tus preocupaciones a Dios.
Como ya sabemos, el
apóstol Pablo escribió su carta a los Filipenses desde una cárcel. Aunque
su situación no era buena, disponía de verdadera tranquilidad interior. Él
supo entregar sus preocupaciones a Dios, sabiendo que resultarían en paz que
sobrepasa todo entendimiento.
Desde la perspectiva
humana, tener espíritu tranquilo, en una tormenta, no tiene
sentido. Pero nuestro Dios es sobrenatural, vive en nosotros por
medio del Espíritu Santo, por lo que podemos permanecer en paz.
No importa qué
circunstancias desafíen nuestra fe, la paz
fundamentada en Cristo no puede ser quebrantada. Nada nos puede hacer perder
la verdadera paz.
Que nuestros ojos y fe se
mantengan enfocados en el Señor. El profeta Isaías
escribió: Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti
persevera; porque en ti ha confiado (26.3).
Aunque vivimos en un
mundo lleno de conflictos y angustias, y es fácil obsesionarnos con situaciones
que nos afligen, recordemos que la paz viene de
elegir confiar en Dios.
Feliz día. ¡Dios te
bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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