1 TESALONICENSES 4:13-18 "Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así TAMBIÉN TRAERÁ Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, DESCENDERÁ del CIELO; y los muertos en Cristo RESUCITARÁN PRIMERO. Luego nosotros los que vivimos, los que HAYAMOS QUEDADO, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y ASÍ ESTAREMOS siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras".-
Breve Reflexión que me enviara mi hermano en Cristo, Benjamín Pérez Féliz.
A lo largo de la historia, la gente se ha preguntado qué sucede después de la muerte. Vayamos a la Biblia para ver lo que Dios dice.
En el pasaje de hoy, Pablo explica lo que sucederá en la segunda venida de Cristo, tanto con los santos (aquellos que se apartan para Dios en Cristo) y que hayan muerto, como los que aún estén vivos.
1ero. Cristo descenderá del cielo de una manera semejante a Su ascensión". (Vea Hechos 1:11).
2do. Dios resucitará los cuerpos de los creyentes que hayan fallecido". (Sabemos por 2 Corintios 5:8, que sus espíritus habrán estado con el Señor desde el momento de su muerte física).
Después, los cristianos que aún estén vivos serán levantandos para encontrarse con el Señor en el aire y vivirán con Él para siempre.
La razón por la que debemos de estar al tanto de estos sucesos futuros se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:13, que dice: “Para que no os entristezcáis como los OTROS que no tienen esperanza”.
De hecho, el versículo 18 nos dice "que nos CONSOLEMOS unos a otros con el CONOCIMIENTO de lo que SUCEDERÁ cuando Cristo REGRESE".
¡Cuánto nos ama Dios! Nos da esperanza, consuelo y fuerzas para soportar las dificultades de la vida.
Lea nuevamente el pasaje de hoy, pero esta vez, en lugar de las palabras “los que duermen”, sustitúyela con el nombre de un cristiano fallecido que usted ama, y gócese en la esperanza que el Padre celestial ha dado.
Recuerda: La muerte de hermanos en la fe puede causar dolor temporal, pero podemos anticipar con ENTUSIASMO la ALEGRÍA de un reencuentro celestial en Cristo Jesús.
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