MIÉRCOLES 15.01.25
TU PALABRA SABIA DE
HOY
HECHOS 2.1-4… “Cuando llegó el
día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del
cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la
casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de
fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del
Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen”. Amén.
Para entender cuán asombroso fue Pentecostés,
remontarnos a Génesis
11.1, 6 cuando todos usaban “una sola lengua” y el pueblo “era
uno”.
El problema, en Génesis, no fue la unidad,
sino la adoración a sí mismos. Dios había dicho que llenaran la Tierra,
pero en lugar de eso construyeron una ciudad y una torre para “hacerse un
nombre” y evitar la dispersión (Gén.11.4).
Solo después de que Dios confundiera sus
lenguas en Babel, se dispersaron, como fue ordenado.
En Pentecostés los discípulos
esperaron en Jerusalén, como les ordenó el Señor (Hechos 1.4-5). La
multitud estaba “atónita y maravillada” al oír sus diferentes lenguas unidas en
significado. Decían: “Les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de
Dios” (vs.11).
Esa armonía de alabanza en Jerusalén redimió
la confusión de Babel.
Y, aunque la iglesia fue “dispersada” después de aquello, los creyentes tomaron
la persecución como una oportunidad para sembrar el Evangelio.
¿Qué te parece si lees Hechos capítulo 2
completo?
Que ¡Dios tenga de ti
misericordia,
y te bendiga!
Evangelista Wilda
Messina
(Referencia:
En.Contacto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario