31.05.2024
Proverbios 3.1-4 “Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres”. Amén.
Cuando vivimos en dependencia del Espíritu Santo, ocurren muchas cosas. Te mencionaré solo dos…
1. Atesoraremos la Palabra de Dios. Valorándola, pensando en ella antes de actuar. Desearemos estudiarla; y, sobre todo, que se grabe en nuestras mentes y corazones.
Es mediante la Palabra de Dios que aprenderemos sobre Su carácter, planes y promesas. Por lo tanto, desarrollaremos la capacidad para pensar bíblicamente y fortalecer nuestra relación con el Padre Celestial.
Cuando atesoramos la Palabra de Dios, se verá en nuestra conducta. Tomaremos decisiones según Sus preceptos y demostraremos el fruto del Espíritu.
Lo segundo que ocurre es que seremos adornados con las virtudes de benignidad y verdad.
Aunque la verdad de Dios tiene poder de descubrir los pecados -nuestros y de otros- Él quiere que digamos la verdad, pero con compasión.
Seamos de los que atesoran la Palabra de Dios, deseamos caminar con Él, y dejamos crecer su fruto en nosotros.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Proverbios%203&version=RVR1960
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