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Job 5:2 “Porque el enojo mata al insensato, y la ira da muerte al necio”. Amén. ¡Qué verdad tan cierta, esa dicha por Job!
Las emociones negativas pueden llevarnos a reaccionar neciamente. También a quedarnos anclados en el pasado. Una experiencia negativa es capaz de revivirse una y otra vez, si no se trata adecuadamente.
En base a un artículo de psicología
que leyera, quiero ir haciendo un paralelo con la Biblia, y la historia de
Jose, el hijo del patriarca Jacob.
José tuvo razones suficientes para guardar rencor, odio y resentimiento. Veamos resumida su historia…
Génesis 37:4 al 20… Los hermanos de José sentían enojo al ver que el padre mostraba amar más a José, y ellos lo aborrecían. Decidieron matarle, lo echaron en un pozo. Luego, se les ocurrió la “brillante” idea de venderlo.
La psicología nos invita a superar los resentimientos, a reorientar las emociones y dejar de sentirnos frustrados por algo del pasado. Que, para el momento actual, ni valor ni importancia pudiera tener.
Superar todo mal se puede lograr paso a paso. Independientemente de que cada hecho es único. Veamos algunas claves…
1. Delimitar motivo del resentimiento. Detectar contra quién o qué está dirigida la hostilidad, puede ayudar a identificar la raíz. Y poder iniciar el proceso de sanidad espiritual y/o física, ya que el resentimiento puede generar afecciones físicas bien visibles.
¿Te vas a dejar consumir por causa de un resentimiento? Pudiera ser la hora de dejar de ser insensato y necio.
Continuaremos…
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
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