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Salmos 91.1,2 y 7 “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; más a ti no llegará”. Amén.
Cuando la vida transcurre sin problemas y todo está bien, no se nos hace difícil estar contentos y confiar en Dios. Pero, si es lo contrario, nuestra paz es reemplazada por estrés y ansiedad.
Entonces, ¿Qué hacer? Veamos…
--Hay que recordar que, sin importar cómo nos sintamos, el que gobierna el universo sigue siendo soberano sobre todas las cosas… hasta con el más mínimo detalle.
--Dios nos ama incondicionalmente y siempre trabaja para nuestro bien. Si permite una situación, confiemos en que hay un plan divino y una razón para lo que se presente.
--No siempre es fácil, pero las Sagradas Escrituras nos aseguran que Dios es más que suficiente para sostenernos.
--Cuando una dificultad golpee tu vida, no pierdas de vista quién es Dios o quién eres en Él. En esos momentos, haz tuyas las palabras de Isaías: Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es Jehová (12.2).
Atrévete a contemplar la amorosa omnipotencia de Dios. Aquel que mantiene todo el universo funcionando de manera perfecta te sabe sostener a ti también, en la palma de Su mano.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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