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Filipenses 1.12-14
“Quiero que sepan, hermanos, que las cosas que me han sucedido han sido más bien para el progreso del Evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la Palabra sin temor”. Amén.
Pablo no era ajeno a conflictos. Algunas personas estaban molestas de que predicara a los gentiles en vez de hacerlo exclusivamente a los judíos.
Tampoco gustaban que enseñara la salvación por gracia y no por la Ley. Y algunos estaban enseñando el mensaje con una motivación diferente a la del apóstol.
Pablo siempre fue optimista. Es por lo que el contenido de su carta es alentador y firme. No acusó, atacó o criticó; tampoco se defendió. Aunque si defendió el Evangelio …con amor y misericordia.
Pablo estaba feliz de que se predicaran el nombre y el Evangelio de Jesucristo, sin importarle si el motivo era sincero o por envidia. Estaba tan ocupado en las almas que no respondía con egoísmo.
Pablo escribió esta alentadora carta durante su encierro en una cárcel romana, por lo que los guardias de la prisión escucharon el Evangelio.
Las palabras y actitudes nuestras deben reflejar a Cristo a los no creyentes. Por lo que debemos pedirle a Dios que nos ayude a mantenernos tras la meta, como lo hizo el apóstol Pablo.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia:
En.Contacto)
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