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“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo. Porque el Padre ama al Hijo, le muestra todas las cosas que hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis”. Amén.
Jesús, al referirse a Dios, elegía a menudo el título de “Padre”. Aunque este nombre se utilizó en el Antiguo Testamento, su uso mucho mucho en el Nuevo Testamento.
Los nombres de Dios hablan de sus maravillosos atributos. Pero lo que tiene de singular Padre, es que transmite afecto.
El Señor Jesús utilizó también este nombre para comunicar que Dios es un Padre para todos los que creen en Cristo.
Nuestro Señor Jesús dependía del todo de su Padre para recibir dirección, poder y provisión cada día. A menudo buscaba un lugar apartado para pasar tiempo a solas con el Padre en oración.
¿Anhelas la clase de relación con Dios que tenía nuestro Salvador? ¿Has llegado a ese tipo de relación a través de tu fe en Cristo?
Dios te da el privilegio de acercarte a Él. De hecho, antes de la fundación del mundo, te eligió para formar parte de Su familia.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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