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“El amor sea sin fingimiento. Aborrezcan lo malo, sigan lo bueno. Ámense los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndose unos a otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; apasionados en espíritu, sirviendo al Señor”. Amén.
Dios da oportunidades diarias para impactar positivamente a quienes nos rodean. Puede ser mediante una palabra de aliento, un oído atento o una acción bondadosa.
Ahora bien, hay otras situaciones, en que ayudar implica el sacrificio de largos períodos fuera de nuestra rutina, o dar con generosidad.
Sea que el Señor esté pidiendo algo grande o pequeño, con Su amor a través de nosotros, vamos a saber cómo ajustar la agenda o el presupuesto sin mirar costo.
Sin importar a que nos dediquemos, todo debe ser hecho “en nombre del Señor Jesús”. Siendo motivados por el amor, la voluntad de Dios, y en sometimiento a su autoridad.
Aprendamos a ser “apasionados en espíritu” y “no perezosos en lo que requiere diligencia”.
Se requiere depender del poder del Espíritu Santo. Y entregarle el control de cada aspecto de la vida. En todo nuestro trabajo se verán los frutos espirituales.
Sirvamos con humildad, y que Dios reciba la gloria que merece. Cualquier éxito nuestro le pertenece a Él, ya que es su Espíritu el que nos dirige.
Ojo con cada oportunidad de servicio que Dios ponga delante nuestro.
Muy feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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