#3,408 09.11.22
1 Corintios 2.12-14 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Amén.
¿Recuerdas que tenemos una naturaleza caída y una mente limitada? La única manera de entender las verdades divinas es a través del Espíritu Santo, el Maestro enviado a vivir dentro del creyente, para poder interpretar las cosas de Dios y ayudarnos de muchas otras maneras.
Nadie va a Jesucristo sin la obra del Espíritu Santo. Él es quien nos convence de pecado, y hace consciente de la necesidad de un Salvador; además da la fe para creerlo.
Una vez entregada nuestra vida al Señor, el Espíritu comienza el proceso de crecimiento que dura toda la vida, y a través de la Palabra de Dios.
Es el Espíritu el que nos da poder para difundir la buena noticia de salvación. Lo hace guiando nuestras palabras, dándonos valentía y abriendo los corazones para que quienes escuchen puedan creer.
Agradezcamos a Dios por su Espíritu Santo, ese que actúa para guiarnos a lo largo de nuestro andar de fe.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista
Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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