22/07/22
Juan 10.7, 9, 11, 14
”Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen”. Amén.
¿Qué distingue a un creyente de uno que no lo es? Bueno, Jesús dijo que sus ovejas lo conocen, lo escuchan y lo siguen. Son aquellas que cuando las llamó, respondieron con fe y arrepentimiento, recibiéndolo como su Señor, Pastor y Salvador.
Escuchar el llamado de Cristo a la salvación es el comienzo de una vida de fe. El Señor dijo a los que crean en Él que, si permanecen en Su palabra, serán verdaderamente Sus discípulos (Juan 8.31). Reconozcamos Su voz y rechacemos lo que la contradiga.
La voz de Dios se escucha mejor a través de las Sagradas Escrituras. Dediquemos tiempo a escucharlo a través de su Palabra. Llenando nuestra mente con Sus verdades, el Espíritu nos enseñará, corregirá e instruirá en justicia (2 Timoteo 3.16).
Todo lo que escuches, compáralo con las Sagradas Escrituras, y así puedas diferenciar entre la verdad de Dios y las filosofías humanas, que son bastantes.
Debes estar preparado para -si es que verdaderamente eres de Cristo- dejes de lado muchas de tus ideas preconcebidas, y te establezcas con Su Palabra.
Feliz día. ¡Dios te bendiga!
Evangelista Wilda Messina
(Referencia: En.Contacto)
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